Estamos en una época en la que la tecnología avanza cada vez a un ritmo mayor. A pesar de ello, el gusto por lo vintage también está en alza, y esta evolución tecnológica a veces se ve fusionada con las tendencias retro. Un gran ejemplo de esta situación es la vuelta al panorama fotográfico de las cámaras lomográficas, esos aparatos que conseguían sacarnos en papel la foto en tan solo unos instantes.
Son sobre todo dos compañías, Polaroid y Fujifilm, las que están apostando por este tipo de cámaras en una era en la que la cantidad de megapíxeles define los precios del mercado. Sin embargo, en dispositivos como los que hablamos, las características que priman son más la calidad de la impresión, la óptica de sus lentes, y sorprendentemente, su diseño.
Ambas compañías han dotado a sus modelos de diferentes tamaños y colores, con una amplia gama que hace prácticamente que tu dispositivo esté personalizado a tus gustos. Verde, azul, amarillo, naranja, e incluso algunos modelos forrados con piel, conquistan día a día a los consumidores, que parecen haber acogido con curiosidad unos dispositivos que cada vez se ven más por las calles.
¿Durará mucho la moda de las cámaras lomográficas? Aún no tenemos respuesta para este interrogante, pero sí podemos afirmar que por mucho que se hable de resolución o megapíxeles, lo que manda en el mercado son las modas.