Instagram se ha convertido en un fenómeno de forma innegable, sin embargo, va de la mano de la polémica en sector fotográfico. Desde el fotoperiodismo, reclaman la importancia del trabajo que conlleva crear una fotografía que aúne la información y el arte que enmarca la noticia, sin embargo, desde la aparición de diversas aplicaciones, como es el caso de Instagram cualquier persona puede realizar una fotografía y retocarla al instante.
En este marco, surge la polémica, ¿estamos ante un cambio en la profesión fotoperiodística? ¿O ante un avance en las comunicaciones? Probablemente, nos encontremos en las dos situaciones. Las nuevas tecnologías democratizan la información ya sea en forma escrita o en una instantánea. Actualmente, todas las personas pueden informar desde sus redes sociales de lo que está aconteciendo; titular y fotografía es lo más frecuente en las redes sociales.
Noticias como “nieva en la capital”, “Atasco de nuevo en Madrid”; “Cenando en Vips”, son muy frecuentes pero el núcleo de este debate surge cuando el terreno en el que se engloban las noticias que, según afirma el sector periodístico, pertenecen a índole más profesional; fotografías de sucesos con la policía, un espectáculo, inauguraciones, accidentes, etc. El hecho que se pone de manifiesto es profesionalidad vs democratización de la información y las fotografías. ¿Por qué un periódico va a invertir más dinero en un fotoperiodista cuándo puede mandar a un periodista con un móvil? ¿Por qué no aprovechar las nuevas tecnologías para informar en cualquier momento y lugar de forma rápida (aunque menos artística)?
¿Qué opináis sobre ello?
Interesante reflexión. En cierto modo creo que el arte no debería perderse, pero también que es posible adaptarse a nuevos tiempos. Al fin y al cabo la vida es un constante cambio, a veces sólo nos queda adaptarnos a lo que viene sin perder nuestra esencia. Un saludo y buen fin de semana.